Estación Experimental Agrícola en Corozal realiza importante evento internacional
Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 10 de marzo de 2023
La Estación Experimental Agrícola (EEA) en Corozal, adscrita al Colegio de Ciencias Agrícolas (CCA) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), se convirtió por primera vez en la sede de la conferencia educativa del proyecto IR-4, cuya misión principal es promover opciones de manejo de plagas y el cultivo de cosechas saludables. La jornada educativa, que contó con la participación de casi un centenar de invitados, sirvió para celebrar los 60 años de fundación de ese programa que ha servido a los agricultores al facilitar los procesos de registro de plaguicidas en cultivos menores como farináceos y frutas.
“Esta actividad se dedica al adiestramiento de campo y de laboratorio del grupo del proyecto IR-4 que está adscrito a universidades de Estados Unidos, incluyendo a Puerto Rico, que se dedican al registro de plaguicidas en cultivos menores. En este evento, tenemos representación de todos los estados y de gran parte de las universidades del estado y científicos relacionados con el tema. Estamos educándonos sobre los últimos requisitos establecidos por la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA) para el registro de plaguicidas y los estamos adiestrando para realizar pruebas de campo y poder registrar estos productos para que nuestros agricultores los utilicen de manera segura en cultivos que los seres humanos consumirán”, expresó el doctor Wilfredo Robles Vázquez, catedrático del CCA.
Durante el recorrido, los participantes visitaron unas ocho estaciones para conocer las diferentes técnicas innovadoras con el uso de insecticidas y fungicidas. Una de ellas estuvo a cargo de la doctora Edda L. Martínez Cález, entomóloga del EEA, quien orientó al grupo sobre los insectos que afectan el cultivo del plátano y la aplicación de plaguicidas.
“A los distintos grupos que han visitado esta estación, les hablamos sobre lo que es el plátano y la importancia alimenticia para nosotros los puertorriqueños, ya que es el tercer cultivo en la isla. También, les contamos acerca de las enfermedades y los insectos. Gran parte de los asistentes se sorprenden de la manera tan fácil como se aplican algunos de los plaguicidas. Tenemos un empleado en la Estación Experimental que realizó dos de las demostraciones de las aplicaciones de plaguicidas para erradicar la presencia de organismos u hongos que impiden su crecimiento”, indicó la científica, quien también tiene a su cargo los campamentos para los Clubes 4-H para que la juventud tenga una experiencia educativa sobre los diferentes tipos de insectos.
Mientras que, Allison Robinson, quien labora como investigadora para la Universidad de Ohio y es oriunda de El Salvador, insiste en continuar educando sobre la importancia de la agricultura. Cuando supo del evento quiso conocer más sobre el tema.
“Para mí lo más importante es insistir sobre el futuro de la agricultura. Actualmente, en nuestra sociedad mucha de la gente ya no está interesada en este campo y la realidad es que sin agricultura no hay comida. Me interesó mucho las variedades de café que se siembran aquí, muy diferentes a las que cosechamos en mi país. Sin embargo, en el estado de Ohio, además del maíz y la soya, contamos con una diversidad de opciones alimenticias en cuanto a vegetales y frutas. Quedé muy complacida con esta experiencia educativa”, sostuvo.
Por otra parte, para Armando Monterroso, director de investigaciones de Brooks Tropicals LLC, empresa ubicada en el estado de Florida, que se dedica a la producción agrícola, este evento sirvió para actualizar sus conocimientos en cuanto al tema de plaguicidas.
“En nuestra empresa utilizamos muchos productos químicos como fungicidas, insecticidas y plaguicidas y siempre tenemos que probar diferentes opciones porque surgen nuevas plagas, las enfermedades y las malezas que pueden resultar invasivas. Trabajo de cerca con el proyecto IR-4, para identificar las mejores prácticas saludables en las cosechas y así mantener una excelente calidad en los trabajos agrícolas”, dijo.
El proyecto IR-4 tiene su sede en Carolina de Norte y acoge a científicos de campo y de laboratorio desde 1963, siguiendo las regulaciones que establece EPA.