Sin título 1993, por Marcos Irizarry
En medio del tumulto político, social y económico que abruma al país, en el oeste de la Isla, en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recién surge un rincón de inmensas posibilidades. El Museo de Arte, el MuSA, luego de larga espera, abrió sus puertas a la comunidad universitaria y al país.
De atractiva arquitectura, sublimes arcos y ventanales, contrastado por la hermosa flora que le abraza, el MuSA se ha convertido en el primer museo de su clase en el oeste de la Isla.
Para beneficio del estudiantado del RUM, el museo integró un gran número de estudiantes en el proceso que condujo a su inauguración, a quienes les han preparado además para la dinámica del museo hoy, luego de su apertura el pasado mes de febrero. Este el caso de cuatro estudiantes, todas graduandas del programa de Artes Plásticas del Departamento de Humanidades del Recinto, que actualmente completan el programa de internado Primera Experiencia Laboral de la Facultad de Artes y Ciencias.
Las graduandas, al igual que otro grupo de estudiantes, han trabajado en el manejo de obras, en la organización del personal, en el establecimiento de protocolos y orden, en las galerías y atendiendo otros asuntos para, entre otras cosas, albergar una extensa colección de obras de arte cumpliendo con los estándares requeridos.
“En poco tiempo, he aprendido muchísimo; manejar las obras, ver cómo se organizan y colocan. Todo, desde la parte de la exposición hasta cómo corre un evento completo”, expresó una de las cuatro estudiantes, Wireliz Soto González, quien espera que la comunidad continúe apoyando las iniciativas del museo.
Taharis Irizarry del Toro también reconoce que ha aprendido mucho y que el museo cuenta con una excelente directora y equipo de trabajo. “La preparación del MuSA ha sido complicada, pero se ha logrado hacer mucho y estoy bien satisfecha porque, durante la noche de la preapertura, se logró más de las expectativas”, comentó. “Realmente hacía falta un museo en el área de Mayagüez; qué bueno que se logró después de tanto tiempo”, sostuvo.
Para Lourdes M. Vega Vargas, “es muy importante el hecho de que esté dentro del Recinto, pero siendo el primer museo de arte en la zona oeste, y que tenga una variedad tan grande, le da mucho más valor”.
La experiencia para Manuela Villanueva Silva ha sido “muy bonita y especial porque es un evento histórico en nuestro Recinto y diría que, en el aspecto artístico, a nivel Puerto Rico, también lo es porque en el área oeste no hay un museo que como este”.
El establecimiento del museo, según Manuela, satisface grandemente al estudiantado de Arte, “porque a veces sentimos que no somos tan exaltados en la universidad y este museo es una excelente oportunidad para nosotros porque mucha gente no está consciente de lo que los artistas en general podemos lograr”. A la vez que protegen el arte y lo enseñan, pueden educar a la población sobre la importancia del arte, añadió.
“Para los estudiantes, representa nuevas oportunidades de ver lo que es el mundo y lo que ha sido nuestra historia como recinto, especialmente con la exposición de Antes y Ahora: Producción artística en el Recinto Universitario de Mayagüez”, comentó Lourdes, quien asegura sentirse más apasionada por lo que estudia, luego de esta experiencia.
Aparte del estudiantado, el MuSA planifica ofrecer talleres y espacios a la comunidad artística y en general. “Realmente están muy dispuestos a que la comunidad participe dentro de los espacios del museo”, observó Taharis.
Como parte de su responsabilidad social, el museo busca preservar, documentar, exponer, interpretar y fortalecer su colección permanente, y las pasajeras, con el fin de que puedan ser apreciadas “por las presentes y futuras generaciones”. Actualmente, por medio de iniciativas culturales, educativas y creativas, desarrollan estrategias que fomenten el arte y el turismo en el oeste de Puerto Rico.
El MuSA ha demostrado ser, y promete ser, un lugar de oportunidades prácticas para el estudiantado. Ha llegado, sin duda, para llenar vacíos, para cumplir con la misión universitaria, propiciando el desarrollo artístico, educativo y cultural en este lado de la Isla.
Por Cynthia Maldonado Arroyo
Fuente: MuSA